Hace varios meses se presentó el libro de José María Álvarez Estudios sobre la psicosis en el espacio de la Biblioteca del Campo Freudiano de la sede de la ELP en Madrid –representado por Elena Catania, psicoanalista-.
Un libro que, sin duda alguna, enaltece tanto el valor ético que subyace en la voluntad del sujeto en la psicosis y que domina su determinismo originario, así como el lugar que debe ocupar el “tratante” en la pareja que con éste ha de formar para encarrilar su “curación”. Tal es así que, más allá de los estimables comentarios que mereció la obra en cuestión, más allá también de la lectura detallada que cada uno de los presentes había hecho de cada uno de los diez estudios de que se compone el libro, el elemento cardinal y original que lo recorre en cada una de sus trescientas páginas –como así se convino en significar en el acto– es la trascendencia que alcanza el concepto de laética en la psicosis y en su tratamiento.
Tampoco está de más acentuar que esta presentación supone algo más que un evento que festeja la aparición de un nuevo libro, al que por tesón y cortesía tienen a bien corresponder los miembros más notorios de nuestra escuela. Pues si la emoción no embargaba mi percepción y la notoria afluencia de público que José María logró congregar no ensombrece mi juicio, creo que muchos estarán de acuerdo conmigo en que aquel acto vino a reverdecer la escurridiza relación entre lo público, la psiquiatría y el psicoanálisis.
Tampoco creo exagerar ni desbarrar a la hora de proclamar que ese día, en la sede madrileña de la ELP, olía a frescor cultivado, a juventud intelectual y a cierto aroma “alborotador” que se resiste al avance de la ignorancia y a la falta de ese ideal humano que habita en las entrañas del saber del positivismo científico. Efectivamente, psicoanalistas, psiquiatras y representantes de la institución pública se dieron cita e intervinieron, teniendo en el horizonte de sus enunciados estos Estudios sobre la psicosis, para ensalzar el lema que dicho objeto literario viene a inaugurar: la colección editada por Pepe Eiras y Chus Gómez titulada "La Otra Psiquiatría". Pero, como Gustavo Dessal se preguntó en voz alta, ¿cuál es la Una y cuál es la Otra?; ¿cuál es la psiquiatría primera para decir que ésta que Álvarez representa es la Otra? Sin duda alguna, la que aquel día se defendió es La Psiquiatría, sin más prefijos ni adjetivos que añadir.
La presentación del libro corrió a cargo de un elenco heterogéneo de personalidades, de esos que no tienen desperdicio. Allí estuvieron Vilma Coccoz, psicoanalista, –representando al GIP en su cuarto año de existencia–, Gustavo Dessal –psicoanalista y escritor, coordinador del Nucep–, Ana Castaño –psicoanalista y psiquiatra-jefe del servicio de salud mental de Moratalaz-Vicálvaro–, Pepe Eiras –psicoanalista, psiquiatra y editor de la obra–, y José Jaime Melendo –psiquiatra y coordinador de los servicios regionales de salud mental de Madrid–. Del otro lado, psicoanalistas, alumnos de la escuela, psiquiatras, psicólogos, jóvenes residentes de psiquiatría, profesionales de la salud mental y particulares de la asistencia privada, miembros del CPCT... ¿Qué más se puede pedir? No faltó nadie, o al menos nadie que se echara en falta.¿Qué se dijo del libro? Pues que es un símbolo para la comunidad “psi”; un emblema que representa el saber psicoanalítico sobre la psicosis; una reflexión que retoma el conocimiento clásico de la Antigüedad acerca del ethos y el pathos del hombre enfermo y lo confronta con el saber psicopatológico de la psiquiatría clásica, todo ello redactado con una prosa magistral. Como puntualizó J. Jaime Melendo: “un libro bello para leer, pero de obligatorio estudio”.
Todos los oradores coincidieron en destacar la “envoltura formal” del libro. Un rostro tan cuidado como el texto y las citas que contiene en su interior. Es más, tanto unos como otros, los participantes halagaron esa particular virtud de José María consistente en filtrar el saber que late en el corazón de la historia a través del tamiz de la psicopatología decimonónica; todo ello sin olvidar la perspectiva que conquistan sus estudios en favor de los fundamentos de la teoría psicoanalítica sobre la psicosis. ¿Y qué es eso que se desliza desde la Antigüedad hasta el momento de la invención freudiana? La palabra del hombre, la palabra del sufriente y las formas que éste tiene de hacer frente al pathos, tanto en su dimensión de dolor como de goce. El hombre de-palabra. Ante todo debe surgir la dimensión ética que subyace al pathos humano, algo tan olvidado por el discurso de las “enfermedades mentales”. Como dijo Pinel, “los locos, todos ellos, más o menos razonan”. Pues démosle ese chance, devolvamos desde las instituciones –como bien señaló Melendo– la “humanidad” que los que nos preceden practicaban. El ethos del loco está en la responsabilidad que su tratante le reconozca. Una observación que las jóvenes generaciones deben tener en cuenta. Y esto no lo dice cualquiera.
Estas fueron las palabras que pronunciaron, desde el lugar que cada uno ocupa en la institución pública, Ana Castaño, J. Jaime Melendo, y el propio autor.Por todo lo dicho y también por lo que en esa ocasión no se dijo, mi más sentida enhorabuena a cada una de las partes implicadas en el acto. Felicitaciones a la Asociación Galega de Saúde Mental (AGSM) por su firme compromiso con esta Una-Otra psiquiatría. Suerte para el GIP, para el NUCEP y la nueva sede de la ELP madrileña; que sigáis abriendo el camino del saber psicoanalítico. Gracias a los representantes de la salud mental de Madrid por estar ahí, pues sin vosotros ¿qué sería de todo esto? Y sobre todo, mi más profundo reconocimiento a José María Álvarez: gracias por escribir y ser capaz de reunir tantos trazos en una misma recta, pues todos tomamos el mismo rumbo pero sin guía podríamos caer en la ofuscación.
Juan José de la Peña (Valladolid)
Juan José de la Peña (Valladolid)
1 comentario:
Estimado José María Álvarez:
He leído tu libro "Estudios sobre la psicosis" y también tu artículo "Un apunte sobre W. Griesinger", y me han gustado mucho; por tu erudición, rigor y claridad.
Me gustaría tomar contacto a través del e-mail contigo, si fuera posible, ya que soy docente de Psicopatología de la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y estoy haciendo mi tesis de Maestría en Psicoanálisis en la misma universidad sobre la relación entre Griesinger y Freud en el tema de la psicosis.
Desde ya, muchas gracias y saludos cordiales.
Licenciado Alexis D. Vaneskeheian
lic.vaneskeheian@gmail.com
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