1.3.10

PRESENTACION DEL LIBRO: "El dolor y los lenguajes del cuerpo". Bilbao

En Bilbao presenté el libro con mucho público y amigos reencontrados tras mucho tiempo. Ha sido un viaje memorable para mí.


A continuación publico el comentario que presentó Cristina Califano:



"Buenas tardes, debo agradecer compartir esta tarde de la Biblioteca de la Sede de Bilbao de la ELP, con todos vosotros que como siempre desde hace bastante tiempo sois la compañía perfecta en estas maravillosas tardes que nos hace pasar la Biblioteca. Y debo añadir, que mi agradecimiento es triple: - Por estar aquí- Por compartir mesa con Santiago Castellanos- Y por un libro excelente, y como los libros son para usar; se los lee, se los subraya, se les pone etiquetitas de colores. Pero también a los libros se les hace hablar, se les pregunta, se busca respuestas a esas preguntas; los libros son un instrumento maravilloso para conversar con ellos y de ellos.

Propongo entonces, no una presentación dogmática, rígida, sino una conversación, una charla entre todos para comentar este libro que tengo aquí en mis manos, que he leído con deleite y que me parece absolutamente riguroso. Me ha interesado mucho el libro. Es una verdadera enseñanza para nosotros y os voy a explicar porqué pienso esto.

Este texto que tenemos en nuestras manos “El dolor y los lenguajes del cuerpo”, es el resultado de una investigación. De una investigación en psicoanálisis, dentro del marco del Sección Clínica de Barcelona. Es muy interesante leer a lo largo de todo el recorrido del texto cómo a partir, a mi modo de entender, de un primer encuentro contingente del joven médico Castellanos con pacientes que sufrían dolor, él mismo lo reseña en la introducción del libro, donde nos da una primera pista: es el caso de una joven actriz con un dolor en la rodilla sin nada médico que justificara su aparición; interrogada por las coordenadas subjetivas se puede situar qué había pasado; en palabras del autor “fue necesario el trabajo de elaboración del duelo para que el síntoma cediese, allí donde los analgésicos no habían demostrado eficacia alguna”. Dado, como muy bien nos dice Castellanos, el dolor no es medible, ni cuantificable. ¿Cómo poder explicar esta experiencia clínica del dolor?.

Entonces, es muy interesante, lo leemos en el texto; las referencias al dolor de las grandes asociaciones médicas, señalaré algunas: “el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a una lesión real o potencial o descrita en términos de dicha lesión” “dolor es todo aquello que el paciente dice que lo es” “el dolor es lo que la persona que lo experimente nos refiere en el momento y sitio que lo siente, y con la intensidad que dice que tiene”. Es decir, aún, en estas asociaciones que todo lo cuantifican, existe un plus, que no tiene explicación, que a mi modo de ver no es cuantificable. Nos propone, Castellanos considerar “el dolor crónico, de causa no orgánica, como una experiencia subjetiva, como una manifestación de los lenguajes del cuerpo.

Para el psicoanálisis el cuerpo habla a su manera, a veces de forma desgarradora, pudiendo considerar este síntoma como un dicho, como un goce o como un soporte que cumple una función en la articulación del aparato psíquico del cuerpo”. Sobre el primer encuentro contingente, el dolor de la actriz, Castellanos señala a mi modo de entender un segundo encuentro: una circular del servicio de reumatología del hospital de referencia a su centro de salud, que señala que las pacientes aquejadas de “fibromialgia”, no fueran derivadas a reumatología, el servicio estaba colapsado por las demandas y los tratamientos analgésicos no eran eficaces y además no estaba esclarecida la causa de la enfermedad. Y, es mi lectura, con estos antecedentes puede hacerse la pregunta que guiará su investigación: ¿es posible un tratamiento de la fibromialgia con la orientación del psicoanálisis?.

Nos dejamos enseñar por Castellanos, esa pregunta como hilo conductor, lo lleva a cuestionar muchas cosas, Primeramente y a mi modo de entender, la fibromialgia se presenta como un significante amo identificatorio que permite acoger bajo su ala a un sinnúmero de padecimientos, que como no tienen explicación caen de su lado. Justamente, coincido con Castellanos cuando señala que no hay tratamiento para la fibromialgia; en un momento de desarrollo de la ciencia donde como nunca hay las máquinas que fotografían al sujeto de forma ilimitada, los cientos de análisis clínicos, estudios y una incalculable lista de etc., que permitirían cuadricular al sujeto hasta encontrar la causa última. Pero, como nos muestra muy bien Santiago en su texto, el organismo no está enfermo.

En la fibromialgia, sufre el cuerpo no el organismo. Distinción fundamental en psicoanálisis. El cuerpo está afectado por el significante.

Por pura curiosidad, me he ido a Google, “Wikipedia, la enciclopedia libre” transcribo: “La fibromialgia es un término acuñado en 1976 (del latín: fibra, refiriéndose al tejido conjuntivo, del griego: mio, músculo y algia: dolor). Se refiere a un grupo de síntomas y trastornos músculo esqueléticos poco entendidos, caracterizados por un dolor persistente, fatiga extrema, rigidez de intensidad variable de los músculos, tendones y tejido blando circundante y un amplio rango de otros síntomas incluyendo psicológicos …. Es un trastorno no contagioso presente entre el 3% y 6% de mujeres jóvenes, comúnmente entre 20 y 50 años de edad. La fibromialgia es considerada un diagnóstico controvertido, Algunos autores alegan que no es una enfermedad por los resultados negativos en la búsqueda de datos objetivos mediante exámenes para confirmar su diagnóstico. Las investigaciones realizadas en las últimas tres décadas han puesto de manifiesto alteraciones del SNC que afectan a regiones del cerebro que pueden estar vinculadas tanto a los síntomas clínicos como a fenómenos descubiertos durante las investigaciones …… etc. , podemos ver de manera clara cómo aquello que no tiene explicación objetiva clara, se debe a alguna deficiencia en el SNC. Es interesante, cómo las herramientas de la época, en este caso Internet, nos dan significantes que permiten dar una explicación al sufrimiento del para todos igual. Y es muy interesante tal como nos lo explica Santiago, el dolor es un síntoma que no pide nada. Efectivamente, el dolor se dirige al médico, al amigo, a Internet, para buscar respuesta donde no hay pregunta. Verificamos a lo largo del texto de Santiago Castellanos, que sí hay una posibilidad de tratamiento para la fibromialgia, que consiste en que el sujeto pueda involucrarse en una pregunta por su dolor y que eso sea recogido por alguien que haga de esto mismo su apuesta."

Cristina Califano

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