El trato con la disidencia psicótica o el diálogo con el psicótico disidente, un ensayo de un psicoanalista de larga experiencia.
de Enrique Rivas
Una atenta lectura de Freud y de Lacan le ha permitido a Enrique Rivas discernir el modo en que estos autores han pensado la psicosis y han establecido los puntos de encuentro y desencuentro de la psiquiatría y el psicoanálisis. De su personal manera de leer Rivas dedujo una instancia en la que el practicante debe sostenerse, caracterizada por la tensión generada en la reunión y separación de dichos campos. En esa posición de extrema incomodidad —única manera de estar despierto— en esa permanente tensión el practicante deberá dar forma a la Demanda de la psicosis, demanda en la que confluyen la Ley, la Institución, la Familia, el Sujeto. En la configuración de las condiciones de la escucha, en la constitución misma del acto de escuchar la demanda y reconocer en ella el decir del psicótico, en esa instancia en que se reúnen y separan la psiquiatría y el psicoanálisis, el practicante deberá propiciar el surgimiento del sujeto de la lengua que habla en la psicosis. Plantearse la escucha de la demanda del paciente y de aquellos que lo traen a la institución como la única manera de restituir al psicótico su condición de sujeto del lenguaje. Construir esa posición de escucha en el seno de la institución de Salud Mental ha sido el eje de la praxis de Rivas, es decir, de su desempeño práctico y teórico.
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